Grandes artistas: Boris Vallejo

Boris Vallejo nació en Lima (Perú) en 1941. Desde pequeño se mostró como una persona muy interesada en el arte, hasta el punto de que, cuando estudió medicina, la asignatura que más le interesó fue la de anatomía. El tiempo ha demostrado que sacó buen partido de esos conocimientos, mostrando en todas sus obras un magnífico conocimiento de las proporciones humanas.

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Boris se matriculo en Escuela Nacional de Bellas Artes de Perú donde estuvo 5 años matriculado en los cuales se llevo innumerables medallas a sus trabajos.

Emigró en 1964 a Estados Unidos únicamente con 80$ dólares en su bolsillo. Pronto encontró trabajo en una agencia de publicidad. Fue entonces en New York donde conoció a Doris Maier su futura esposa.

Poco a poco Boris Vallejo se fue convirtiendo su trabajo de la agencia en un trabajo freelance. Aunque sus primeros trabajos eran puramente comerciales para ganarse la vida, a él le encantaba dibujar bárbaros y animales salvajes, y escenas de tipo mitológico. Trabajó un tiempo en la industria del cómic, sobre todo dibujando portadas.

Sus obras se caracterizan por un detallismo minucioso, una composición estéticamente potente y una viveza de colores y energía que hace que sus monstruos mitológicos, guerreros y heroínas entren casi a la fuerza por el ojo del espectador.

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Puedes ver todas sus obras en la

Galería de Boris Vallejo

El Rincón del Escriba

Siendo las fechas que son, no podríamos recomendar otro libro. Muchos lo habríais leído ya antes del estreno de la primera película; otros, habréis sido cogidos por el anzuelo del viejo Tolkien tras verla. Ahora que se aproxima el estreno de la segunda parte «El Hobbit: La Desolación de Smaug» tenéis otra oportunidad para probar el libro.

El Hobbit Portada

¿Qué es mejor? ¿El libro o la película? Es una polémica vieja sobre la que ya se ha dicho todo lo que tenga que decirse, y nada de lo que se diga se puede generalizar. He visto películas que complementan muy bien al libro y son adaptaciones geniales (me viene a la cabeza «El nombre de la Rosa») y otras que es mejor ni mencionar. Personalmente, prefiero siempre leer primero el libro y luego ver la película, y después juzgar con criterio (siempre personal).

En cuanto a «El Hobbit», lo he leído ya tantas veces que no recuerdo cuántas. La primera vez con diez u once años, y la sensación de aventura, lo original de los «héroes» (¡trece enanos, un granjero y un mago!) y el que no faltaran todo tipo de monstruos fantásticos (trolls, trasgos, dragones… y no decimos más para no destripar) me atrapó desde el principio. Pero visto con ojos más adultos, «El Hobbit» es eso y mucho más. Como siempre, Tolkien escribe sobre un mundo que parece que existe realmente allí fuera, en alguna parte, y toda la novela es una preparación para la gran traca posterior que es la trilogía de «El Señor de los Anillos».

Si aún no os lo habéis leído, no esperéis más. Lo devoraréis de un tirón y os dejará con ganas de más.